
Y pasó a formar parte de los pobladores de mis sueños. Con sus ojos claros, su pelo rubio y ese cuerpo de infarto, se colaba en mi mente de manera inesperada. Imaginaba mis manos recorriendo su piel, sentía mis labios besando cada rincón de su cuerpo y veía crecer el deseo de su sexo entre mis dedos. Hasta que recibí una llamada que provocó excitación y nervios a partes iguales.
Después de compartir un primer encuentro tímido y discreto, durante la hora del café no tomamos café. No fue la cafeína lo que hizo subir mi tensión, ni el calor de la taza lo que calentó mi cuerpo. Fueron sus besos apasionados y sus palabras susurradas junto a mi oído. Fueron sus manos acariciando mi pecho y sus labios apremiantes. Y tenerle por un rato no solo dentro de mi mente, sino también dentro de mi cuerpo.
4 comentarios:
y aunque sólo sea un rato... es un rato inolvidable. un rato anhelado y tan deseado que se convierte en un pequeño sueño hecho realidad. sentir cómo su sexo crece dentro de tí, cómo su cariño crece dentro de tí. cómo te roza, te besa, te tiene, le tienes...
besitos dulces ^^
tienes un forma de escribir que engancha, unos textos muy buenos
felicidades
lágrimas de mar
Me gusta como escribes, el estilo, la elegancia.
Está visto que una mirada lo dice todo...
pd: no, no se repitió el encuentro... bueno si, pero no...
Crece dentro de ti, te inunda, te acosa, pugna por penetrarte, y sientes esa explosion de placer inundando tu cuerpo.
Besos y azotes de colores.
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